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El alcoholismo en México es un problema de salud pública, ya que el 65 por ciento de la población ha consumido de manera habitual bebidas embriagantes.







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En AA hemos aprendido a vivir sin beber. Fue al dejar la bebida cuando verdaderamente tuvimos conciencia de lo hermoso que es vivir, nos dimos cuenta que una copa es demasiado, y que mil no bastan. En AA hemos encontrado la solución para la mayoría de nuestros problemas; le pedimos nos permita compartir con usted nuestra experiencia.
Si respondió afirmativamente a cuatro o más preguntas, de nuestro autodiagostico que esta en esta pagina,es posible que tenga un problema con su forma de beber, ésta es la experiencia de millones de miembros en AA. Lo esperamos para informarle qué es Alcohólicos Anónimos.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Jóvenes utilizan como droga un derivado del petróleo


Jóvenes utilizan como droga un derivado del petróleo

El tolueno es uno de los principales compuestos del thinner, de pegamentos y otros solventes. Petróleos Mexicanos lo produce y lo vende a la industria química, pero el investigador Arturo Ortiz tiene datos de que en la ciudad de México hay miles de canales de distribución

“MONAS”. Especialistas afirman que entre 2012 y 2015 los solventes a base de tolueno igualarán e incluso superarán a la mariguana como la principal droga de “inicio” entre los jóvenes mexicanos. El efecto de su inhalación tarda en percibirse entre dos y cinco minutos, y dura entre 45 y 50 minutos. (Foto: Jorge Serratos / EL UNIVERSAL ).

La lógica dice que el tolueno, un derivado del petróleo, debería utilizarse sólo como solvente en la industria química. Eso tendría que ser. Pero en la realidad, esta sustancia llega hasta la nariz y el cerebro de cada vez más niños y adolescentes. Para ellos, el tolueno es sinónimo de alucine y reventón; es una droga de moda, barata y fácil de conseguir.

Tan fácil como visitar alguna de las tantas vecindades que hay en los alrededores de Garibaldi, en las colonias Guerrero y Morelos. Tan fácil como ir a una de las fiestas que se organizan sólo para “inhalar”. Tan fácil como comprar una dosis por tres o cinco pesos.

El tolueno es uno de los principales compuestos del thínner, de los limpiadores de PVC, de pegamentos y de otros solventes utilizados, durante décadas, como drogas “inhalables”. Hasta hace unos años, no era tan sencillo adquirir tolueno en las calles. Esto ya cambió.

Usuarios de inhalables e investigadores en adicciones reportan que en México existe un mercado negro de tolueno. “En la ciudad de México, por lo menos, sabemos que existen miles de canales de distribución de estas drogas”, dice el investigador del Instituto Nacional de Siquiatría, Arturo Ortiz. “Los chavos están reportando consumos muy altos de esta sustancia, y eso sólo se puede explicar por lo fácil que es conseguir estos productos, tanto en comercios establecidos (tlapalerías), como en el mercado negro”.

De Pemex al tráfico ilícito

En México, Petróleos Mexicanos es quien produce y vende el tolueno a empresas de la industria química que lo usan para fabricar pinturas, limpiadores de PVC y otros solventes.

De enero a agosto de 2010, según cifras de la propia paraestatal, se produjeron 122 mil toneladas de tolueno.

El profesor del Departamento de Química Orgánica de la Facultad de Química de la UNAM y especialista en sustancias tóxicas, Benjamín Ruiz Loyola, considera que no es difícil que exista un mercado negro de esta sustancia derivada de petróleo. “Es posible que se dé un robo hormiga en el momento en que se transporta”.

La existencia del mercado negro de tolueno se comprueba al visitar las calles de Panaderos, en la colonia Morelos, y Violeta y Zarco, en la Guerrero. También los alrededores de la plaza Garibaldi. En algunas de las descuidadas vecindades de estos barrios es posible comprar, por 20 o 30 pesos, el solvente, que se entrega en botellas de refresco o de agua.

El tráfico ilegal del tolueno no se limita a la zona del Centro Histórico de la ciudad de México.

Encuestas realizadas por los Centros de Integración Juvenil (CIJ) y por el Instituto Nacional de Siquiatría muestran que esta sustancia se utiliza sobre todo en el noroeste y centro del país. Incluso es uno de los solventes que más prefieren los consumidores, a la par que los limpiadores de policloruro de vinilo (PVC) y el thínner.

El tolueno también se vende en internet. Ahí, sobre todo, se ofrece entre los fanáticos del automovilismo y la velocidad. Lo recomiendan para incrementar la potencia del motor.

Daño neuronal

Cuando el mercado negro del tolueno aún no se extendía, la doctora Rosario Barroso Moguel, investigadora del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, pidió a funcionarios de Petróleos Mexicanos una mayor regulación en el uso y comercialización de esta sustancia. No obtuvo respuesta.

Esta investigadora, quien falleció en 2006, tenía motivos suficientes para insistir en una mayor regulación del tolueno. Barroso Moguel fue pionera en los estudios en México sobre los efectos de los inhalables.

Al hacer pruebas con ratones, encontró que después de una exposición crónica al tolueno, los ratones presentaban daño neuronal. Si los hijos de esos ratones seguían inhalando, el daño se heredaba hasta la cuarta generación.

El cerebro tiene una función conocida como “neuroplasticidad”. Esto quiere decir que si hay muerte de neuronas, es posible que el cerebro realice una especie de reacomodo y “entrene” a otras neuronas para realizar las funciones de las que ya se perdieron.

El problema —dice la doctora Laura León, subdirectora de Hospitalización de los Centros de Integración Juvenil— es que cuando existe un consumo excesivo de solventes, sobre todo en un cerebro que todavía no está del todo maduro, como sucede con los adolescentes, existen altas probabilidades de que no funcione este reemplazo de funciones en el cerebro.

El doctor Arnulfo Albores, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, resalta que el tolueno altera la funcionalidad de las membranas celulares de todo el cuerpo, pero en particular las del cerebro; es decir, provoca la pérdida de neuronas.

El repunte de los solventes

Hasta hace cinco años se creía que el uso de las drogas inhalables iba a la baja; se pensaba que eran utilizadas por una población marginada, en especial niños y jóvenes en situación de calle.

Esas ideas ya comenzaron a derrumbarse. “Desde hace unos cuatro o cinco años estamos viendo que su consumo va en aumento sistemático y continuo”, dice Bruno Díaz Negrete, subdirector de Investigación de los Centros de Integración Juvenil.

Jorge Villatoro, investigador del Instituto Nacional de Siquiatría, dice que las encuestas realizadas entre estudiantes de secundaria y bachillerato, a partir de 2006, muestran que los inhalables ya son la segunda droga de inicio más usada, después de la mariguana.

Donde más se utilizan son el Distrito Federal, Nuevo León, Jalisco, Colima, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, Baja California, Yucatán, Tlaxcala y Sonora, entre otras entidades.

Si la tendencia sigue —señala Villatoro—, para 2012 o 2015 las sustancias inhalables podrían alcanzar y tal vez rebasar a la mariguana, que durante décadas ha sido la principal droga de inicio en el país.

Algo que tiene sorprendido a Villatoro es que los inhalables ya no son una droga que se utiliza unas cuantas veces y después se deja o sustituye por otra. “Lo que ahora estamos viendo es que los jóvenes continúan consumiendo inhalables hasta el bachillerato”.

Droga de los “perreos”

La canción tiene un ritmo simple, pero pegajoso: “Una, dos, tres, cuatro monas se metió,/ una, dos, tres, a la cabeza se le subió,/ una, dos, tres, esa chica se viajó,/ una, dos, tres, de tanto que se moneó... ya pasó de moda la mariguana,/ ahora es la mona y la Dolce & Gabbana...”.

Es común escuchar esta canción de reguetón en las fiestas —perreos, en el argot de los adolescentes— que se organizan para inhalar solventes a base de tolueno. “Ahí sólo van chavos de 18 años para abajo”, dice Alejandro, quien tiene 17 años.

Él vive en Jardines de Morelos, en el municipio de Ecatepec. Comenzó a inhalar a los 14, cuando un compañero de su escuela le compartió la mona, como le llaman al pedazo de estopa, de papel de baño, servilleta o pañuelo desechable mojado con thínner, tolueno o limpiador de PVC.

—Comprábamos cinco pesos de thínner. Nos lo vendían sin bronca. Un cuate nos dijo que el thínner no “ponía” y nos dio limpiador de PVC. Con ese te viajas más chido. Yo veía figuras en las nubes—, relata Alejandro

Hasta hace unos meses, Alejandro estudiaba en una preparatoria particular en Ecatepec. Su mirada se pierde entre el piso y el cielo. Habla lento, como si acabara de despertar. En la tlapalería donde compraba el limpiador de PVC no era necesario que hablara. Sólo colocaba 30 pesos en el mostrador de la tlapalería, y sin mencionar nada, recibía la droga.

Alejandro también era cliente en el mercado negro del tolueno: “Llegaba a la vecindad y la señora que me vendía decía que era su nieto”.

El dinero para comprar la lata de policloruro de vinilo (PVC) y la botella con tolueno lo conseguía durante las fiestas. Ahí se edicaba a vender monas a cinco pesos.

Está en rehabilitación en uno de los centros que tiene la Fundación Renace. Lleva dos semanas sin inhalar.

En el centro hay por lo menos 20 adolescentes internados. Todos por consumo de inhalantes.

Mario Domínguez, investigador del Instituto Nacional de Siquiatría —dependiente de la Secretaría de Salud—, ha documentado que el consumo de solventes es una moda entre los adolescentes. “Ellos están relacionando el consumo de inhalables con el reguetón y el culto a San Judas Tadeo”.

Efecto inmediato

Cuando se inhala un solvente, el químico tarda en llegar al cerebro entre dos y cinco minutos. Su efecto dura entre 45 y 50 minutos.

—La primera vez que inhalé tenía 12 años, iba en sexto. Mi mamá trabajaba toda la tarde y yo me salía. Ahí, en la calle, mis amigos me dieron. Sentía que los carros me hablaban. Alucinaba y cuando se bajaba, volvía a inhalar.

Aranza, como quiere que se le llame, cumplirá 14 años en febrero; los mechones rubios la hacen ver de 18. Desde hace tres semanas vive en un centro de rehabilitación. Durante dos años inhaló, sobre todo, tolueno. Le ponía guayaba, polvos para preparar agua de sabor o el líquido que traen algunos chicles. Así —dice— la mona olía mejor y parecía refresco.

La investigadora Silvia Cruz Martín del Campo, del Cinvestav, lleva años estudiando los efectos de las sustancias inhalables en el organismo.

En uno de sus artículos escribió que el tolueno se absorbe fácilmente por los pulmones y el tracto gastrointestinal. Una exposición aguda provoca periodos cortos de pérdida de memoria, inestabilidad emocional, deficiencia de las funciones cognoscitivas y falta de equilibrio. Su consumo crónico provoca pérdida del sentido del olfato, disminución auditiva, problemas con la vista, cambios en la personalidad y daño cerebral.

El artículo 254 de la Ley General de Salud señala que la Secretaría de Salud (Ssa) y los gobiernos de las entidades federativas deberán realizar acciones para evitar y prevenir el consumo de los inhalables. Por ejemplo, tener “sistemas de vigilancia en los establecimientos destinados al expendio y uso de dichas sustancias, para evitar el empleo indebido”. Además, la legislación señala que tendrían que promover campañas permanentes de información sobre los daños a la salud que causan estas sustancias.

Comienzo precoz

Las encuestas sobre uso de drogas inhalables reportan información que no gusta a los investigadores. Resulta que cada vez son más las mujeres que consumen solventes. En la ciudad de México de cada tres usuarios hombres, hay dos mujeres.

El Sistema de Reporte de Información de Drogas 2009 —señala el investigador Arturo Ortiz— muestra que 66.7% de las mujeres que consumen algún estupefaciente, comenzaron con las sustancias inhalables.

Estadísticas realizadas entre pacientes de los CIJ señalan que 80% de los adictos a los inhalables, probó estas sustancias cuando tenía entre 11 y 19 años de edad.

Al entrevistar a jóvenes usuarios de inhalables en la delegación Magdalena Contreras, el investigador Mario Domínguez encontró que la mayoría de los adolescentes consumía este tipo de droga por curiosidad, porque se aburrían y para relajarse. “Son chavos que pasan mucho tiempo solos porque sus papás trabajan. Además, viven en un ambiente donde hay mucha violencia, en donde sólo se les criminaliza”, afirma el académico.

A los adolescentes —dice el académico Arturo Ortiz— no les estamos dando opciones. “Sólo les dejamos la droga en sus narices”, afirma.

Este investigador del Instituto Nacional de Siquiatría señala que desde la década de los 80, “estamos diciendo que estas drogas ya están en las clases medias y en las escuelas, pero a los científicos no nos escuchan”.

Aranza y Alejandro cuentan los días que les faltan para salir del centro de rehabilitación en donde se encuentran. Los dos quieren regresar a la escuela. Aseguran que ya no inhalarán.

Cuando salgan de aquí, ¿qué será lo más difícil para ustedes?, se les pregunta. Los dos contestan al mismo tiempo: “Mirar a los otros hacerlo. Olerlo. Se nos va a antojar”
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martes, 28 de diciembre de 2010

Alcoholismo femenino

Hasta hoy los problemas de bebida en las mujeres han sido, en gran medida, ignorados. Por mucho tiempo el alcoholismo ha sido una enfermedad de hombres. Algunas autoridades creen que la mujer nunca ha tenido tantos problemas de beber como el hombre, pero el caso es que las mujeres han dudado más en buscar ayuda, debido al juicio más severo de la sociedad.
Atrapada por la imagen mito de "perdida", las mujeres sufren doblemente al ser consideradas no sólo como enfermas, sino también como inmorales. No es de sorprender que las mujeres alcohólicas y sus familias se esfuercen por ocultar, enmascarar y negar el problema.
Causas del alcoholismo femenino

No hay una sola causa para el alcoholismo del hombre y la mujer; en esto todo el mundo está de acuerdo. Es más, la mayoría de los expertos concuerdan en que todos los alcohólicos sufren una carga poco usual de tensión y carencias en su vida. Las mujeres, como grupo, sufren bastantes presiones, y algunas de éstas son muy diferentes a las que afronta el hombre. Ya que los roles tradicionales que la sociedad ha definido para mujeres y hombres determinan una conducta completamente distinta, además de objetivos, imagen propia, y experiencias de vida, las mujeres enfrentan ciertos problemas en común que no son válidos para los hombres.
Desde la niñez las mujeres han sido educadas como el "segundo sexo" o "sexo débil", que espera realizar su propia valía a través, primariamente, de sus relaciones con hombres, más que por sus propios méritos y actividades. Hasta hace poco tiempo, las mujeres rara vez eran estimuladas a desarrollarse como personas independientes, con una identidad definida y fuerte. Esto no quiere decir que los problemas de la bebida de la mujer se deriven completamente de su papel en la sociedad, pero independientemente de lo que hagan de su vida, no pueden escapar del juicio de que, básicamente, están en "inferioridad por ser mujeres".
Las investigaciones muestran repetidamente que las mujeres beben, en primera instancia para calmar su soledad, sentimientos de inferioridad, y conflictos acerca de su rol sexual, independientemente de su estilo de vida.
La mujer alcohólica en el hogar

Muchas mujeres obtienen gran satisfacción de su papel de madres y amas de casa de tiempo completo. Pero esto lleva a otras a beber. No todas las mujeres tienen interés en cuidar un hogar. No obstante, muchas abandonan sus carreras, debido a la presión por tener que asumir un papel tradicional. No es un compromiso fácil de adquirir.
Sentirse atrapada en un estilo de vida que no está de acuerdo con sus intereses y objetivos reales, hace sentir a algunas mujeres cada vez más agobiadas por la frustración y la rabia; al mismo tiempo, se sienten terriblemente culpables por desear una vida fuera del hogar. Presas en un conflicto paralizante, no tardan en descubrir que un par de tragos en la vía rápida para disolver los sentimientos de ansiedad.

Empiezan así a depender más y más del alcohol que las protege de sus propios sentimientos. Antes de que se den cuenta, están sintiéndose apoyadas por dosis regulares de alcohol, simplemente para "pasar el día". Sin saberlo, se han convertido en alcohólicas.
El síndrome del nido vacío y el alcoholismo

Otra situación a menudo descrita en relación con el ama de casa alcohólica es el "síndrome del nido vacío" o "síndrome de carencia del nido". Los hijos crecen y dejan el hogar; una enfermedad seria conmueve a la familia; un divorcio inesperado ocurre. Para muchas mujeres, el hogar, centro de sus vidas, desaparece repentinamente. Tienen pocos recursos, ningún trabajo, pocos amigos cercanos, ningún interés real. La ansiedad y la soledad se manifiestan. Para estas mujeres, el beber seguido alivia el dolor.
Alcoholismo femenino en el trabajo

Aun cuando una mujer decida trabajar fuera de la casa, muchas veces se encuentra conque se le considera inferior; debe redoblar su esfuerzo sólo para probar que es tan competente como sus compañeros varones. La presión puede llegar a ser agobiante y, como en el caso del ama de casa, puede descubrir que el alcohol parece reducir el dolor y la ansiedad, que las copas para recobrar el ánimo, a las cinco de la tarde, son la mejor parte del día.
A medida que aumentan las penas y la presión, así también se incrementan las visitas al bar y la cantidad tomada durante cada visita.

Un caso especial en este sentido lo representa la mujer que sostiene la casa. Más de 9 millones de norteamericanas enfrentan esta situación. Aun cuando la mayoría lo supera, muchas encuentran insoportable la situación y buscan huir de la dura realidad a través del alcohol. Las tensiones que implica esta situación son obvias. Trabajar, mantener la casa y cuidar a los niños generalmente es tarea de dos adultos. La situación financiera se complica por el hecho de que pocas de estas mujeres tienen trabajos lo suficientemente bien remunerados como para permitirles pagar una doméstica. Con el trabajo y los quehaceres de la casa la mujer se encuentra a menudo sola; hay poco tiempo para departir en sociedad. Unos cuantos tragos reducen temporalmente las penas, ansiedad y presiones. La motivación de tomar otro trago para prolongar ese estado es casi irresistible(3).
Conclusiones

Al observar el problema que enfrentan las mujeres alcohólicas se demuestra una vez más que no hay una sola causa para el alcoholismo; probablemente, se trata de una combinación de factores. En la presente etapa de nuestros conocimientos sólo podemos decir que este desorden es debido quizá a una combinación compleja de la conformación biológica y psicológica de un individuo, que reacciona con otra combinación compleja de factores externos que precipitan la dependencia del alcohol.

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domingo, 26 de diciembre de 2010

PRIMER PASO




"Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables".






¿A quien gusta admitir la derrota total? A casi nadie, por supuesto. Todos los instintos naturales se rebelan contra la idea de la impotencia personal. Es verdaderamente horrible admitir que, con una copa en la mano, hemos deformado nuestra mente hasta tener una obsesión por beber tan destructiva que solo un acto de la Providencia puede librarnos de ella.

No hay otro tipo de bancarrota como ésta. El alcohol, ahora convertido en nuestro acreedor más despiadado, nos despoja de toda confianza en nosotros mismos y toda voluntad para resistirnos a sus exigencias. Una vez que se acepta esta dura realidad, nuestra bancarrota como seres humanos es total.

Pero al ingresar en A.A. Pronto adoptamos otra perspectiva sobre esta humillación absoluta. Nos damos cuenta de que sólo por medio de la derrota total podemos dar nuestros primeros pasos hacia la liberación y la fortaleza. La admisión de nuestra impotencia personal resulta ser a fin de cuentas la base segura sobre la que se puede construir una vida feliz y útil.

Sabemos que son pocos los beneficios que un alcohólicos que ingrese en A.A. Puede esperar, si ni ha aceptado, desde el principio, su debilidad devastadora y todas sus consecuencias. Mientras no se humille así, su sobriedad - si es que la logra - será precaria. No encontrará la verdadera felicidad. Esta es una de las realidades de la vida de A.A. , comprobada más allá de toda duda por una vasta experiencia. El principio de que no encontraremos una fortaleza duradera hasta que no hayamos admitido la derrota total es la raíz principal de la que ha brotado y florecido nuestra Sociedad.

Al vernos obligados a admitir la derrota, la mayoría de nosotros nos rebelamos. Habíamos acudido a A.A. Con la esperanza de que se nos enseñara a tener confianza en nosotros mismos. Entonces, se nos dijo que, en lo concerniente al alcohol, la confianza en nosotros mismos no valía para nada; que de hecho era una gran desventaja. Nuestros padrinos nos dijeron que éramos víctimas de una obsesión mental tan sutilmente poderosa que ningún grado de voluntad humana podría vencerla. Se nos dijo que sin ayuda ajena no podía existir tal cosa como la victoria personal sobre esta obsesión. Complicando implacablemente nuestro dilema, nuestros padrinos señalaron nuestra creciente sensibilidad al Alcohol - una alergia, la llamaban. El tirano alcohol blandía sobre nosotros una espada de doble filo: primero, nos veíamos afligidos por un loco deseo que nos condenaba a seguir bebiendo y luego por una alergia corporal que aseguraba que acabaríamos destruyéndonos a nosotros mismos. Eran muy contados los que, acosados de esta manera, habían logrado ganar este combate mano a mano. Las estadísticas demostraban que los alcohólicos casi nunca se recuperaban por sus propios medios. Y esto aparentemente había sido verdad desde que el hombre pisó las uvas por primera vez.

Durante los años pioneros de A.A. , únicamente los casos más desesperados podían tragar y digerir esta dura verdad. E incluso estos "moribundos" tardaban mucho en darse cuenta de lo grave de su condición. Pero unos cuantos sí se dieron cuenta y cuando se aferraban a los principios de A.A. Con todo el fervor con que un náufrago se agarra ala salvavidas, casi sin excepción empezaban a mejorarse. Por eso, la primera edición del libro "Alcohólicos Anónimos", publicado cuando teníamos muy pocos miembros, trataba exclusivamente de casos de bajo fondo. Muchos alcohólicos menos desesperados probaron A.A. , pero no les dio resultado porque no podían admitir su impotencia.

Es una tremenda satisfacción hacer constar que esta situación cambió en los años siguientes. Los alcohólicos que todavía conservaban su salud, sus familias, sus trabajos e incluso tenían dos coches en su garaje, empezaron a reconocer su alcoholismo. Según aumentaba esta tendencia, se unieron a ellos jóvenes que apenas se podían considerar alcohólicos en potencia. Todos ellos se libraron de esos diez o quince años de auténtico infierno por los que el resto de nosotros habíamos tenido que pasar. Ya que el Primer Paso requiere que admitamos que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables, ¿Cómo iban a dar este Paso personas como ésas?

Era claramente necesario levantar el fondo que el resto de nosotros habíamos tocado hasta el punto que les llegara a tocar a ellos. Al repasar nuestros historiales de bebedores, podíamos demostrar que, años antes de darnos cuenta, ya estábamos fuera de control, que incluso entonces nuestra forma de beber no era un simple hábito, sino que en verdad era el comienzo de una progresión fatal. A los que todavía lo dudaban, les podíamos decir, "Tal vez no seas alcohólico. ¿Por qué no tratas de seguir bebiendo de manera controlada, teniendo en cuenta, mientras tanto, lo que te hemos dicho acerca del alcoholismo?". Esta actitud produjo resultados inmediatos y prácticos. Entonces se descubrió que cuando un alcohólico había sembrado en la mente de otro la idea de la verdadera naturaleza de su enfermedad, esta persona nunca podría volver a ser la misma. Después de cada borrachera, se diría a sí mismo, "Tal vez esos A.A. Tenían razón... " Tras unas cuantas experiencias parecidas, a menudo años antes del comienzo de graves dificultades, volvería a nosotros convencido. Había tocado su fondo con la misma contundencia que cualquiera de nosotros. La bebida se había convertido en nuestro mejor abogado.

¿Por qué tanta insistencia en que todo A.A. Toque fondo primero? La respuesta es que muy poca gente tratará de practicar sinceramente el programa de A.A. A menos que haya tocado fondo. Porque la práctica de los restantes once Pasos de A.A. Supone actitudes y acciones que casi ningún alcohólico que todavía bebe podría siquiera soñar en adoptar. ¿Quién quiere ser rigurosamente honrado y tolerante? ¿Quién quiere confesar sus faltas a otra persona y reparar los daños causados? ¿A quién le interesa saber de un Poder Superior, y aun menos pensar en la meditación y la oración? ¿Quién quiere sacrificar tiempo y energía intentando llevar el mensaje de A.A. Al que todavía sufre? No, al alcohólico típico, extremadamente egocéntrico, no le interesa esta perspectiva - a menos que tenga que hacer estas cosas para conservar su propia vida.

Bajo el látigo del alcoholismo, nos vemos forzados a acudir a A.A. Y allí descubrimos la naturaleza fatal de nuestra situación. Entonces, y sólo entonces, llegamos a tener la amplitud de mente y la buena disposición para escuchar y creer que tienen los moribundos. Estamos listos y dispuestos a hacer lo que haga falta para librarnos de esta despiadada obsesión.
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Viviendo Sobrio

Eres nuevo y no entiendes mucho del programa,sientes que no vale la pena estar en un grupo de AA,antes de pensar en irte de la agrupación revisa lo siguiente;existe un libro de AA que cuyo titulo es Viviendo Sobrio o Viviendo en Sobriedad. Este libro suele ayudar a los AA cuando la sobriedad no esta muy bien entendida, debe ser un libro para tener en su mesita de noche y leer todos los días un poquito de el,checalo por favor,aqui te dejamos una version digital que ponemos a tu disposicion con fines informativos,sin afan de lucro ni robo de autor,solo un fin informativo hacia la comunidad.

Libro Viviendo Sobrio
Versión Digital con fines informativos.

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