Una persona alcoholizada, y quien es ya un miembro de Alcohólicos Anónimos (A.A.) donde ha participado en un proceso dinámico con su
plena aceptación y trabajo grupal, logra por medio de los 12 pasos que todo alcohólico realiza y reflexiona por si sólo o con la ayuda de uno de sus
compañeros, lo hace llegar a dos hechos centrales de su proceso de análisis y de reflexión sobre su condición humana como enfermo alcohólico.
Primero ante sus compañeros de la A.A. en una de sus sesiones, se levanta y ante estos y de manera pública admite que es un alcohólico y formula su
proposición de compromiso con él mismo al decir “por estas 24 horas no beberé”.
Este individuo alcoholizado viene de sufrir diversos y variados problemas que a lo mejor le han afectado su salud individual, sus procesos de relación familiar o con sus amigos e incluso su entorno social y laboral y que él mismo se lograr llegar a dar cuenta de la precaria y difícil situación de su enfermedad, la cual le está afectando tanto su cuerpo, como su mente y así mismo y de manera muy importante a su espíritu.
Es interesante observar que toda la visión de la modernidad se construyó sobre la dualidad de cuerpo-mente no tomando tan encuenta la importancia y fuerza que significa el espíritu, se puede notar que todas las disciplinas, ciencias y saberes y visiones modernas están basadas en un supuesto que el ser humano es sólo materia representada en un cuerpo físico y en una mente “mens sana in corpore sano” y más allá de lo cual no existe nada.
Debe si admitirse algo que es para todo ser humano un hecho de difícil procesamiento, el cual es que: “venimos de la nada y vamos hacia la nada” Es decir un ser humano es sólo materia, biología y procesos cognitivos, nos plantea esta aseveración que somos solo lo que los sentidos físicos pueden captar en un mundo material plano.
El aceptar esta idea materialista trajo consigo una perdida de sentido, una profunda deshumanización y gran sufrimiento a la humanidad, hemos así dejado de lado al espíritu y nuestra relación y comunicación con el mismo.
Es pues interesante hacer resaltar que uno de los procesos que lleva el
alcoholizado en sus procesos de transitar por los 12 pasos, es el de reencontrase con el mismo, admitiendo la existencia de un poder superior y al mismo tiempo poniéndose de manera muy activa en relación y comunicación con su espíritu, es decir todo aquello que encierra su propia espiritualidad, al fomentar esta relación con su parte espiritual, ese individuo va a camino de encontrar su verdadera identidad, a lograr su control y estabilización de su enfermedad, la fuerza necesaria para
mantenerse sobrio y así mitigar o encontrar fin a su sufrimiento y por que no, su propia autorrealización. Así pues tenemos un cuerpo pero no somos el cuerpo.
Es de esta manera por medio de los 12 pasos que el individuo alcoholizado, logra trascender a ser una persona que se mantiene sobria y se da plena cuenta de que somos cuerpo-mente y espíritu y es así que reforzando su fuerza espiritual, logra darse cuenta de la importancia de ser un alcohólico y de cómo mantenerse sobrio, al aseverar y hacer parte de si mismo el lema fundamental, su credo de vida “por estas 24 horas no beberé
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